miércoles, 6 de abril de 2016

ANÉCDOTAS

OSCAR WILDE



Cuentan que Oscar Wilde estaba convencido de que a menudo la gente no escucha cuando se le habla, sino que está centrada principalmente en sus propios asuntos.

Para demostrarlo contaba a sus amigos una anécdota que aseguraba haber vivido en primera persona.

Así, recordaba el día que tuvo que asistir a una importante fiesta a la que llegó tarde. Para justificar su tardanza ante la anfitriona, Wilde puso como excusa que se le había hecho tarde porque <<había tenido que enterrar a una tía suya a la que acababa de matar>>. La dama, sin inmutarse, contestó: <<No se preocupe. Lo importante es que haya venido>>.

MOLIÉRE


Jean-Baptiste Poquelin, el famoso Moliére, tenía auténtica aversión a los médicos. Motivo por el que intentaba evitarlos a toda costa. En cierta ocasión cayó enfermo y tuvo una fiebre muy alta. Su esposa, ni corta ni perezosa, hizo llamar a un médico para que visitase en casa a su marido. Cuando el médico se presentó en el domicilio, Moliére llamó a su mujer y le dijo: <<Querida, no dejes que entre; dile que estoy enfermo y que ya iré yo a visitarle cuando mejore>>.

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