EL TONTO DEL PUEBLO
Se cuenta que en un pueblo manchego, un grupo de personas se divertían con el tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños recados y recibiendo limosnas.
Diariamente, algunas personas llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 céntimos de euro y otra de menor tamaño, pero de 1 euro.
Él
siempre tomaba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas
para todos.
Un
día, Damián, que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó
aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor
tamaño valía menos y éste le respondió:
- Lo sé, Damián,
no soy tan tonto..., vale la mitad, pero el día que escoja la otra el juego se
acaba y no voy a ganar más mi moneda.
Damián sacó varias conclusiones: Quien parece tonto, no siempre lo es. ¿Cuáles son
los verdaderos tontos? Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente
de ingresos. Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena
opinión sobre nosotros. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan los
demás de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo. La verdadera persona
inteligente es la que aparenta ser tonta delante de una tonta que aparenta ser
inteligente…
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