miércoles, 16 de marzo de 2016

LA ROTUNDIDAD DEL SER

Ser otro, forma parte de la existencia. He ahí la rotundidad del ser.





Lo miro, sí, lo estoy mirando y lo reconozco, me reconozco en aquel niño que juega, pero no soy yo, «¡ya no soy yo!», hay una gran distancia, un ancho mundo que nos separa al niño y a mí. Es como aquello del río que siempre es el mismo pero distinto. Yo también soy como el agua que ha ido pasando y aún sigue pasando, soy yo pero no soy el mismo. Mantengo el mismo número de identidad y el mismo nombre y mi hija me sigue llamando papá, pero no soy el niño que fui ayer.


No hay comentarios:

Publicar un comentario