* ES URGENTE REBAJAR EL NIVEL DE CRISPACIÓN Y PARA ELLO ES URGENTE ENTENDER QUE ES LA TOLERANCIA
Para cualquiera que
observe la vida social y política española no creo que ofrezca duda que, al
menos en la sobreactuación de los medios de comunicación y de las redes
sociales, se está generando y propiciando, y abunda, una crispación
innecesaria. Con demasiada frecuencia al adversario político se le califica de
enemigo y se considera que quienes votan distinto son idiotas, malvados o
desinformados. En las redes sociales el anonimato fácil, unido a la posibilidad
de respuesta inmediata irreflexiva, saca lo peor de demasiados, sin
responsabilidad salvo casos contados; teclado en mano, demasiada gente se
convierte en energúmeno social virtual. Pero incluso cuando el
mensaje no llega a agresión verbal, es detectable en redes sociales un
excesivamente habitual desprecio hacia quien piensa distinto.
Una sociedad donde
el desprecio hacia quien piensa distinto es cotidiano, y se considera normal y
hasta inevitable, es una sociedad más pobre moralmente. Y una sociedad donde
esto no se considera un problema que haya que solucionar con algo más que la
represión en casos extremos es una sociedad que va a peor. Es un problema
social y de responsabilidad y de educación. Y no creo que las redes sociales
sean el problema; solo facilitan la expresión irreflexiva de lo que ya se
piensa fuera de redes sociales, y lo ponen de manifiesto y magnifican.
La responsabilidad
consiste en asumir los actos propios y no ocultarse en el anonimato para, como
jaurías o lobos solitarios, atacar a quien piense distinto, o, como grupos de
hooligans, enfrentarse a navajazos verbales; y lo que eso en definitiva
significa también fuera de las redes sociales. Claro que una persona que insulte a quienes piensan
distinto en Twitter o Facebook no es consciente
del daño social que causa a la convivencia, y difícilmente enseñará en
qué consisten la educación, el respeto, la convivencia y la tolerancia, dentro
y fuera de redes sociales.
Es urgente rebajar
el nivel de crispación y para ello es urgente entender qué es la tolerancia:
Respetar las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o
contrarias a las propias. Porque la desaparición de opiniones diversas es
sencillamente que la democracia deje de existir; y quien no comprenda que quien
piensa distinto no es idiota, malvado o desinformado, quien no comprenda que es
deseable para la convivencia que haya quien piense distinto, me temo que no ha
terminado de captar qué es la democracia.
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