Hasta mover los labios va a ser delito, hasta morirse de hambre, hasta
dormir a la intemperie, hasta quejarse. Va a ser delito amarse con andrajos,
reírse sin motivo, enloquecer a todo trapo. Va a ser delito respirar aire
limpio cuando todo está podrido, señalar los lutos de los que están vivos,
arrimarse a banderas, a templos, a fronteras que no sean las correctas,
arrancarse con rabia la pena de vivir este tiempo lento de utopías. Va a ser
delito ponerse de pie en un mundo que encarcela los gestos, las palabras, las
ideas, las quejas. En nombre de la libertad la justicia fabrica cadenas para
ti, para mí, para los que nos negamos a vivir entre el bostezo y la
indiferencia.
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