Vivimos
una situación de egoísmo y abuso de unos seres humanos sobre otros que es tan
vieja como la historia y que ahora se agrava más gracias a la tecnología. Un
avance que se podría traducir en el mayor bienestar de todos se convierte justo
en todo lo contrario: la concentración de la riqueza y el lujo frente a la gran
extensión de las carencias y la miseria para el resto de la sociedad. El futuro
no se presenta muy halagüeño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario