martes, 2 de febrero de 2016

LAS VIEJAS PALABRAS

* En tiempos de ruido se oirán las viejas palabras.




En tiempos de ruido se oirán las viejas palabras; las viejas por rancias, quiero decir. Porque hay muchas palabras antiguas que son sesudas y muy frescas. Pero los nombres de quienes pronunciaron éstas y cuyo sentido y verdad siguen en vigor no suelen ser recordados, porque escuecen a la vaciedad de nuestra era y a quienes se creen propietarios de nuestros ámbitos. Esas palabras paridas por el ruido que se emitirán de modo altisonante hasta hacer rechinar nuestras neuronas, por ejemplo servicio a la nación, continuidad, unidad, sacrificio, entre tantas otras, es decir, las de siempre, se verán acompañadas por imágenes de falsete y de dudosa credibilidad. Sospechad de las palabras hueras, que son siempre sinónimo de carencia (carencia de prudencia, de fortaleza, de sinceridad, de reconocimiento, de respeto, etcétera). Intentarán sustituir con ellas lo que no se nos concede con hechos nuevos ni estructurales que mejoren la convivencia colectiva. Atentos, pues, a las andanadas de la necedad.




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