Qué
difícil va a ser construir sobre tantas ruinas. No sólo porque dejaron que se
pudra la decencia a los pies de las urnas, no sólo porque el saqueo, el engaño,
la violencia, es el pulmón por el que nos intoxicamos.
Deberemos
atravesar esta noche larga, improvisando caminos, mientras recuperamos la voz y
la palabra, mientras diseñamos otra forma de estar en la vida, mientras vamos
caminando a oscuras, lejos de los que privatizaron las estrellas.
Porque
andar a tientas, recuperar la luz que alumbra las conciencias, creer de nuevo,
estrenar esperanza entre tanta ruina y tanto escombro y tanta desmemoria,
necesitará del esfuerzo de todos. Nos robaron las brújulas y no perderse es un
desafío tan urgente como difícil y posible.
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