viernes, 26 de febrero de 2016

EL CAMALEÓN

CUENTO DE AUGUSTO MONTERROSO


En un país muy remoto, en plena Selva, se presentó hace muchos años un tiempo malo en el que el Camaleón, a quien le había dado por la política, entró en un estado de total desconcierto, pues los otros animales, asesorados por la Zorra, se habían enterado de sus artimañas y empezaron a contrarrestarlas llevando día y noche en los bolsillos juegos de diversos vidrios de colores para combatir su ambigüedad e hipocresía, de manera que cuando él estaba morado y por cualquier circunstancia del momento necesitaba volverse, digamos, azul, sacaban rápidamente un cristal rojo a través del cual lo veían, y para ellos continuaba siendo el mismo Camaleón morado, aunque se condujera como Camaleón azul; y cuando estaba rojo y por motivaciones especiales se volvía anaranjado, usaban el cristal correspondiente y lo seguían viendo tal cual.
Esto sólo en cuanto a los colores primarios, pues el método se generalizó tanto que con el tiempo no había ya quien no llevara consigo un equipo completo de cristales para aquellos casos en que el mañoso se tornaba simplemente grisáceo, o verdiazul, o de cualquier color más o menos indefinido, para dar el cual eran necesarias tres, cuatro o cinco superposiciones de cristales.
Pero lo bueno fue que el Camaleón, considerando que todos eran de su condición, adoptó también el sistema.
Entonces era cosa de verlos a todos en las calles sacando y alternando cristales a medida que cambiaban de colores, según el clima político o las opiniones políticas prevalecientes ese día de la semana o a esa hora del día o de la noche.
Como es fácil comprender, esto se convirtió en una especie de peligrosa confusión de las lenguas; pero pronto los más listos se dieron cuenta de que aquello sería la ruina general si no se reglamentaba de alguna manera, a menos de que todos estuvieran dispuestos a ser cegados y perdidos definitivamente por los dioses, y restablecieron el orden.
Además de lo estatuido por el Reglamento que se redactó con ese fin, el derecho consuetudinario fijó por su parte reglas de refinada urbanidad, según las cuales, si alguno carecía de un vidrio de determinado color urgente para disfrazarse o para descubrir el verdadero color de alguien, podía recurrir inclusive a sus propios enemigos para que se lo prestaran, de acuerdo con su necesidad del momento, como sucedía entre las naciones más civilizadas.
Sólo el León que por entonces era el Presidente de la Selva se reía de unos y de otros, aunque a veces socarronamente jugaba también un poco a lo suyo, por divertirse.
De esa época viene el dicho de que
todo Camaleón es según el color del cristal con que se mira.



POEMA DE GABRIEL CELAYA

" Nada de lo humano debe quedar fuera de nuestra obra"



NADA HA CAMBIADO

"En medio de estos paisajes vaga el alma... "



"Nada ha cambiado. Excepto la dirección de las fronteras,
los bordes de bosques, costas, desiertos y glaciares.
En medio de estos paisajes vaga el alma,
desaparece, vuelve, se acerca, se aleja,
ajena a sí misma, evasiva, a veces segura, a veces insegura
de su propia existencia,
mientras el cuerpo es y es y es
y no tiene lugar propio”.


Wislawa Szymborska


LA SALIDA DEL CALLEJÓN




No sé si estaremos en un callejón sin salida. Me sabe mal estos desencuentros entre políticos, pues si yo tengo amigos de derechas, de centro, de izquierdas y de donde sea, y nos entendemos desde el respeto, por qué el mundo político no es capaz de dar respuesta a la convivencia con las divergencias y articular las sinergias necesarias para que el país funcione. Ahora se está intentando formar un gobierno que responda a la inquietud y diversidad del votante. Nosotros, desde esa diversidad de pensamiento, ya le hemos dicho que dejen sus partidismos y respondan a los problemas reales que son los que nos agobian. A la vista de lo que hay, deduzco que muchos políticos y sus partidos no están por la defensa de la ciudadanía sino por la de su grupo de poder y su capacidad de influencia para salir beneficiados de la situación… y eso me huele mal, tal mal, que yo diría que es semilla de corrupción y nepotismo.

Creo que hace falta una catarsis social, una revisión de todo para pactar una segunda transición, entendida como proceso evolutivo de un país que salió condicionado de una dictadura y que ahora, tras tantos años, se debería sentir adulto para tratar todos los temas desde una capacidad de análisis, suficientemente operativa, que le permitiera negociar un marco más adecuado a su problemática actual y le abra las puertas de un futuro sin traumas y conflictos insalvables.

Tal vez la negociación debería realizarse para formar un gobierno que, además de gobernar, liderara ese debate y puesta en común, con los cambios constitucionales  necesarios, desde el respeto a la diversidad que conforma la idiosincrasia nacional, y las diferencias ideológicas y políticas que configuran el escenario actual.

El callejón sin salida tiene un muro al fondo que hay que derruir, pero con el apoyo de una mayoría cualificada. Al otro lado está la libertad y el entendimiento, mientras tanto nos seguiremos dando tortas, cada vez más fuertes, entre estas cuatro paredes sin posible marcha atrás, sin entendernos. Ese muro no se derruirá sin un esfuerzo ímprobo por parte de la mayoría y en contra de aquellos que se opongan,

Pero esto es lo que yo pienso, un insignificante ciudadano que solo tiene un voto, diluido entre muchos millones, para tirar abajo el muro, un voto que se deja llevar por argumentación y por mi palabra que es la pequeña picota que intenta acabar con el muro que nos separa. La pelota está en el tejado de todas las picotas, incluidas  las de todos los que estén en disposición de razonar y fraguar una convivencia basada en la justicia social y en las políticas orientadas al bien común… Todos formamos esta sociedad, a todos nos compete su gestión.

miércoles, 24 de febrero de 2016

RETRATO

"Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla... "




Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debeisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
ANTONIO MACHADO

CAMINEMOS

El camino que tenemos por delante es más importante que el que dejamos atrás...



LAS IDEAS




Las ideas no se matan, no mueren, solo se combaten con la razón, con argumentos y convicciones que las hagan evolucionar enriqueciéndolas desde una mente abierta, sin dogmatismos ideológicos o religiosos. Pero si se reprimen, durante ese tiempo, amagadas bajo tierra, se comportan como la semilla que germina en cuanto el tiempo es propicio, en cuanto el agua riega de nuevo ese suelo y le da el nutriente necesario para florecer. Estúpido es el gaznápiro que piensa que matando al pensador se elimina la idea, cuando esa sangre es la semilla que germina con el tiempo, pasando por encima de la historia de sus asesinos. Es absurdo pensar que cualquier idea es buena sin otra para compararla… la idea única no es contrastable por lo que no puede ser nunca motor de cambio, de desarrollo y evolución humana. Quien mata a las demás ideas, solo es un freno a esa evolución, una lacra que impide el avance del ser humano… un asesino del desarrollo de la vida en su conjunto.

El ser humano, idealista de por sí, rompe con la mediocridad que acaba sometida al poder, y lanza al viento la fantasía utópica de la justicia, de la libertad y del libre desarrollo de los hombres y mujeres asociado al conocimiento, a la razón y pensamiento que eleva el raciocinio al nivel de poder e inteligencia. Pobres ineptos que se agarran a la violencia para matar la palabra, pobres y miserables los que no entienden que la vida es el intercambio libre de pensamientos e ideas que permitan la evolución de los pueblos, pobres en suma los que quieren mandar sobre la nimiedad, sobre la nada inducida por el analfabetismo, porque son incapaces de gobernar a la ciencia y al conocimiento de la pura inteligencia libre.

Solo desde el dominio de la sabiduría, desde el conocimiento de la vida, desde la educación, el saber y el poder de la gente, se puede conseguir la evolución por los caminos de la mar, sabedores de que no se volverán a pisar esos caminos ya pasados, pero que nos han llevado hasta allí para seguir caminando, haciendo el tránsito hacia la autorrealización personal, hacia la justicia social y el hermanamiento entre los seres humanos, hacia un mundo mejor y compartido si lo buscamos desde esa diversidad con la mente abierta.

ANTONIO MACHADO NO QUERRÍA VOLVER DE SU EXILIO




Un 22 de febrero de hace 77 años, murió en el exilio francés el poeta Antonio Machado. Había pasado la frontera a pie, del brazo de su madre enferma, con frío en el alma y en el cuerpo, empujado por la intolerancia de quienes no soportaban la disidencia. Murió apenas un mes después de su llegada. Su tumba sigue en el precioso pueblo mediterráneo de Colliure, siempre tiene flores frescas y un buzón donde sus admiradores le dejan sus palabras.

 

Hoy, Machado sigue en el exilio, y dudo mucho que quisiera volver a esta España. La España “de cerrado y sacristía” de sus poemas vuelve o quizá nunca se fue. Sigue adorando a los toros y la religión más fanática. A él, que siempre defendió la libertad de cátedra, no le gustaría ver cómo una Ley de Educación retrógrada nos devuelve a las nieblas del autoritarismo, a la imposición, a la falta de pensamiento libre, a la segregación por sexo, al clasismo.

 

Lloraría al ver partir al exilio a la España nueva, la del “cincel y la maza”, la de la investigación y el pensamiento, las generaciones de jóvenes cultos que nuestros gobernantes desprecian. Al hombre bueno y dialogante, le espantaría ver cómo se insulta por pensar diferente, cómo se ahoga la libertad de expresión, cómo se compran voluntades y cómo se miente sin recato. Él siempre defendió la honestidad y la coherencia, la sensatez, la concordia y la lucha de ideas, nunca de personas.

 

Al cristiano agnóstico, que “buscaba a Dios entre la niebla” y lo encontraba en el prójimo cercano, le espantarían las imágenes desoladoras de personas migrantes muertas en la playa por el único delito de querer una vida mejor. Y clamaría contra ministros y directores de las fuerzas del orden que lo justifican. Porque, como decía:


“Nadie debe disponer de la vida de las personas, nadie debe utilizar al prójimo hasta quitarle su dignidad”.


martes, 23 de febrero de 2016

POLÍTICOS DE POCA MONTA


Me hastían ciertos personajillos de poca monta. Los que buscan el enfrentamiento entre comunidades sociales. Los que hacen demagogia como recurso alternativo a lo que nunca construyen. Los que carecen de sentido de colaboración. Los que solo van a lo suyo (a su negocio) y pontifican a los demás. Son aquellos que siempre ven la mota en el ojo ajeno y olvidan que en el propio tienen una viga que les atraviesa generación tras generación. Falsos e incultos, sobra este tipo de aprendices de brujo que no acaban de descubrir la democracia ni la Constitución, porque se creen que sin controlarlas ellos nada es posible en este mundo. Sobran, francamente. Que cojan la maleta y se vayan.

LA PALABRA





Siempre he sentido fascinación por la palabra. Me maravillan las personas que saben usarla, en voz alta, por escrito o en paredes. La palabra puede muscular las ideas más atrofiadas, puede poner en pie de paz o de guerra. Por eso es temida, odiada, encarcelada. Porque cuando da en el blanco revienta las cadenas, airea los corazones, se pone a cantar a las mujeres y los hombres hasta que se hace luz entre las tinieblas.

La palabra no es piedra, pero golpea, no es plomo, pero dispara, no es propiedad privada. Es de todos o de ninguno, pero los que la quieren en sus jaulas, la persiguen, la acechan, la quieren atar en corto, herirla de muerte, llenar de miedo sus arterias.


NO QUIERO ESTAR A SALVO

" Cada pérdida es un hallazgo, ..."





“No quiero estar a salvo
de equivocarme, de perder,
prefiero seguir mojándome,
metiéndome en todos los charcos.
Cada pérdida es un hallazgo,
cada equivocación una puerta nueva
y en los charcos pongo siempre
la fuerza de mi pisada
para alzar el agua que parecía muerta”.

 BEGOÑA ABAD


A UNA ESPAÑA JOVEN

"HOY ES SIEMPRE TODAVÍA"


… Fue un tiempo de mentira, de infamia. A España toda,
la malherida España, de Carnaval vestida
nos la pusieron, pobre y escuálida y beoda,
para que no acertara la mano con la herida.
Fue ayer; éramos casi adolescentes; era
con tiempo malo, encinta de lúgubres presagios,
cuando montar quisimos en pelo una quimera,
mientras la mar dormía ahíta de naufragios.
Dejamos en el puerto la sórdida galera,
y en una nave de oro nos plugo navegar
hacia los altos mares, sin aguardar ribera,
lanzando velas y anclas y gobernalle al mar.
Ya entonces, por el fondo de nuestro sueño—herencia
de un siglo que vencido sin gloria se alejaba—
un alba entrar quería; con nuestra turbulencia
la luz de las divinas ideas batallaba.
Mas cada cual el rumbo siguió de su locura;
agilitó su brazo, acreditó su brío;
dejó como un espejo bruñida su armadura
y dijo: «El hoy es malo, pero el mañana… es mío.»
Y es hoy aquel mañana de ayer… Y España toda,
con sucios oropeles de Carnaval vestida
aún la tenemos: pobre y escuálida y beoda;
mas hoy de un vino malo: la sangre de su herida.
Tú, juventud más joven, si de más alta cumbre
la voluntad te llega, irás a tu aventura
despierta y transparente a la divina lumbre:
como el diamante clara, como el diamante pura.

ANTONIO MACHADO


EL BUCLE INFINITO





Pasa la vida… y ya estamos en 2016, unos cuantos años después de que empezara esta nueva fase que los medios de incomunicación dieron en llamar crisis y que cada vez más gente denomina estafa. Lamentablemente, todo sigue igual.

Los grandes bancos multiplicando exponencialmente sus beneficios mientras siguen condenando a la miseria y la muerte a miles de seres humanos con el apoyo incansable de un Estado que se dedica a regalarles dinero a cambio del incalculable apoyo financiero para los partidos y organizaciones afines.

Las grandes transnacionales en su dinámica de enriquecerse, a costa de exigir el sacrificio humano con condiciones de trabajo cada vez más esclavistas, gracias a una legalidad redactada para eso, y con la amenaza del desempleo más implacable que nunca.

Los poderes públicos sentados en su atalaya, negociando sus intereses y representando la tragicomedia de la democracia para tenernos entretenidos mientras siguen afianzando y ampliando este sistema de humillación y esclavitud en el que somos meros números que oscilamos entre las columnas de los necesarios y los prescindibles. Delegando en los tecnócratas del escalafón alto la gestión de la democracia, es decir, dejando que el sistema judicial y el policial se encarguen de mantener las cosas en su sitio de que nada altere el discurrir de los días.

Mientras tanto, ¿qué hacemos nosotros? Pues seguimos como siempre, cada uno a lo suyo. Eso sí, siempre con un ojo puesto en lo del vecino, no sea que dejemos pasar la oportunidad de joder. Porque si algo está claro es que nosotros no aprendemos. Seguimos, aunque parezca mentira, ilusionándonos cada vez que se acercan elecciones con la aparición de nuevos proyectos políticos que prometen poner las instituciones al servicio de la ciudadanía. Como si eso fuera posible, como si esas instituciones fueran neutrales y su ejercicio dependiera de la buena voluntad de sus ocupantes. Las instituciones de esta supuesta democracia son las instituciones del poder, creados por los poderosos con la única misión de servir a sus intereses y absolutamente culpables de la inmovilidad de la situación.


Las agresiones a las que nos vemos sometidos son constantes, sin embargo, mientras no seamos capaces de personalizarnos en un primer lugar para asegurar la subsistencia diaria y en última instancia para hacer una verdadera reflexión crítica sin prejuicios ideológicos de ninguna clase de la realidad que vivimos y de las implicaciones que esto tiene, no saldremos jamás de este bucle de acción-reacción en el que llevamos todas las de perder y que sólo nos depara una caída libre hacia una vida cada vez más lejos de un ideal de dignidad que ni siquiera nos atrevemos a imaginar a día de hoy pero que es imprescindible para garantizar la viabilidad de todo tipo de vida en este planeta.

lunes, 22 de febrero de 2016

NO ACEPTES




No aceptes lo habitual como cosa natural.
Porque en tiempos de desorden,
de confusión organizada,
de humanidad deshumanizada,
nada debe parecer No.
natural.
Nada debe parecer imposible de cambiar.

BERTHOLT BRECHT

LA ESPERANZA ES EL HOY AMARGO




La ardiente ley de los hombres
De la uva hacen vino
Del carbón hacen fuego
De los besos hacen hombres

La dura ley de los hombres
Quedar intacto a pesar
De las guerras y de las miserias
A pesar de los peligros de la muerte

La dulce ley de los hombres
Transformar el agua en luz
El sueño en realidad
Y los enemigos en hermanos

Una ley antigua y nueva
Que se va perfeccionando
Desde el fondo del corazón del niño
Hasta la razón suprema.


PAUL ÉLUARD



LA BRÚJULA




Qué difícil va a ser construir sobre tantas ruinas. No sólo porque dejaron que se pudra la decencia a los pies de las urnas, no sólo porque el saqueo, el engaño, la violencia, es el pulmón por el que nos intoxicamos.

Deberemos atravesar esta noche larga, improvisando caminos, mientras recuperamos la voz y la palabra, mientras diseñamos otra forma de estar en la vida, mientras vamos caminando a oscuras, lejos de los que privatizaron las estrellas.

Porque andar a tientas, recuperar la luz que alumbra las conciencias, creer de nuevo, estrenar esperanza entre tanta ruina y tanto escombro y tanta desmemoria, necesitará del esfuerzo de todos. Nos robaron las brújulas y no perderse es un desafío tan urgente como difícil y posible.

UN PAÍS NO SE GOBIERNA CON DINERO



Hay momentos en la historia en los que las sociedades se expanden, impera el racionalismo y un cierto sentido de optimismo ante el futuro, se aumentan las seguridades jurídicas, se reducen las desigualdades y se aseguran los derechos de todos los individuos en su condición de ciudadanos y seres humanos, independientemente del lugar en el que hayan nacido. Son épocas en las que todo el mundo cree que el futuro será mejor que el presente porque en el presente el esfuerzo individual y colectivo tiene su recompensa. En esas mismas épocas, las comunidades comienzan a mirar a su alrededor y buscan generar igualdad también más allá de sus fronteras y a fomentar el respeto por el medio ambiente y los animales que comparten el planeta con el ser humano. Hay otros momentos en la historia en los que las sociedades se colapsan, no encuentran un verdadero motor para progresar y se encogen, a la defensiva.

En estos momentos decidimos qué sociedad queremos pero todo parece decantarse hacia el encogimiento, la pérdida de derechos, el imperio de los fuertes y el cierre de fronteras. El reto de la globalización se ha saldado inicialmente, como muchos nos temíamos, a favor de la desestructuración de las ideas de solidaridad y progreso colectivo y humano porque la época había comenzado basada en un desenfreno consumista insostenible para un mundo globalizado y su fracaso nos ha echado en manos de la desorganización y del gobierno exclusivo de los que detentan los poderes económicos.

La idea de Europa se descompone estos días porque los países se han encogido a consecuencia de la crisis económica, de la demagógica actuación de los grandes medios de comunicación al servicio de intereses económicos y no responden a la opinión pública sino que la crean de una forma tan burda que sorprende cómo tantos caen en sus implicaciones sin darse cuenta. Pero, sobre todo,  estamos en manos de la mediocridad de los políticos que gobiernan, que no miran fórmulas de construcción a medio plazo sino meros rendimientos de cuenta a diario según las encuestas. Ni siquiera son buenos gestores de la cosa pública como presumen cuando se pretende que la ideología no es importante. Sin ideas, están en manos de los que controlan el mundo financiero.

Aunque una sociedad moderna necesite la alianza con el dinero, nunca es el dinero quien debe dirigir un país. Un país no se gobierna con dinero sino con ideas de progreso que lo generen, universalización del estado de bienestar y de los derechos y buscando consensos para aplicarlas a partir del debate racional y no del conflicto visceral. El dinero se administra o se procura según las ideas en las que basamos nuestro mundo. Como ejemplo, España ha alcanzado en los últimos años un nivel de endeudamiento insostenible porque las medidas aplicadas han sido las propias de un mal gestor incapaz de buscar nuevas fórmulas que lo evitaran y que se ha limitado a aplicar contabilidad del debe/haber y no proyectos económicos de futuro. Deberíamos haber aprendido que los mismos que administraron el falso crecimiento que nos llevó a la crisis no sirven para administrar cómo salir de ella porque sus hábitos están viciados por las costumbres de un país corrompido moral y políticamente.

En contra de lo que nos pueda parecer hoy, todas las sociedades encogidas terminan buscando a la larga, ideas de expansión y un vitalismo optimista cuando todo parece caerse. El problema es, como nos explica la historia, que a veces se tarda algún siglo en ponerlas en marcha: lo que se tarda en comprender eficazmente las claves de la nueva situación. Mientras tanto se camina por el lado oscuro de la civilización, instalando vallas, restando derechos sociales y haciendo concesiones a los que controlan el dinero. Si queremos acelerar este proceso para evitar el encogimiento hay que ponerse ya en marcha.


EL MAÑANA EFÍMERO

"La España de charanga y pandereta..."




La España de charanga y pandereta,
cerrado y sacristía,
devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y de alma quieta,
ha de tener su mármol y su día,
su inefable mañana y su poeta.

El vano ayer engendrará un mañana
vacío y ¡por ventura! pasajero.
Serán un joven lechuzo y tarambana,
un sayón con hechuras de bolero,
a la moda de Francia, realista;
un poco al uso de París, pagano,
y al estilo de España, especialista
en el vicio al alcance de la mano.

Esa España inferior que ora y bosteza,
vieja y tahúr, zaragatera y triste;
esa España inferior que ora y embiste
cuando se digna usar de la cabeza,
aun tendrá luengo parto de varones
amantes de sagradas tradiciones
y de sagradas formas y maneras;
florecerán las barbas apostólicas,
y otras calvas en otras calaveras
brillarán, venerables y católicas [..]


Antonio Machado


domingo, 21 de febrero de 2016

TENEMOS LO QUE NOS MERECEMOS



A partir de ahora, todos esos grandes expertos en democracia que, día tras día, analizan la actualidad española desde los medios oficiales de comunicación ya pueden sentirse satisfechos, lo han conseguido: ya somos una democracia asentada y los ciudadanos nos comportamos como se espera en estos casos, es decir, como borregos.

Siempre se ha dicho que España era una democracia joven e inexperta, que necesitaba que sus ciudadanos olvidaran tiempos pasados y trabajaran juntos para afianzar los logros democráticos. Ahora, tras muchos años de un enorme trabajo por parte de la élite económica y sus gregarios políticos, han conseguido lo que todos los portavoces (periodistas de grandes medios) de estas élites reclamaban, una democracia madura y asentada. Pero, ¿qué significa eso de democracia madura? Cualquiera podría pensar que un sistema democrático maduro es el estado ideal de una sociedad en el que la ciudadanía participa activamente en la toma de decisiones y en que, por supuesto, esas decisiones van todas encaminadas a garantizar todos los servicios que necesitan dichos ciudadanos para llevar una vida digna y encaminada a conseguir la felicidad personal y colectiva. En la vida real, el significado de la expresión “democracia madura” es muy distinto.

En España, hemos alcanzado y demostrado nuestra madurez acatando una tras otra todas las decisiones políticas, que en el fondo y casi en la forma eran meramente decisiones económicas encaminadas a engrosar los beneficios de las grandes corporaciones, sin rechistar. A pesar de que estas decisiones son claramente contrarias a los intereses de los ciudadanos. En nuestro país, las entidades financieras se han repartido miles de millones de euros mientras aumenta el número de familias que viven al día, incluso por debajo del umbral de la pobreza y aquí no pasa nada porque nuestra democracia es muy sólida. Porque no nos engañemos, madurez democrática significa no inmiscuirse en las decisiones políticas (todo lo contrario de lo que parecía a priori).

Año tras año se recortan los presupuestos destinados a los servicios más básicos e importantes como la salud y la educación. Poco a poco se están privatizando esos sectores y cada vez es más habitual el tener que pagar por servicios que no sólo deberían ser gratuitos, si no que deberían ser intocables e impermeables a las especulaciones financieras y a los intereses empresariales, pero a nosotros no parece preocuparnos.

En los últimos tiempos, se ha puesto sobre la mesa una serie de medidas encaminadas a destruir cualquier atisbo de bienestar social amparándose en la vigente necesidad de reducir un déficit producido exclusivamente por el trasvase de dinero público a manos de las corporaciones privadas. Se nos quiere hacer creer que no hay dinero para seguir ayudando a todos aquellos ciudadanos que dependen de ese dinero para poder subsistir y, sin embargo, se siguen manteniendo ayudas multimillonarias a entidades  y personajes que nada tienen que ver con la democracia. Y aquí estamos los ciudadanos demostrando nuestra “madurez democrática” tragando  con esto y mucho más sin decir ni pío. Pues bien,  al final de todo resulta que tener una “democracia madura” significa que el dinero debe ser para las grandes empresas y que si en algún momento surge cualquier impedimento para ello, pues se soluciona anulando los derechos y las libertades de las personas.

CERRAR LOS OJOS




Cerrar los ojos es allanar el camino a la barbarie, ceder el paso, vaciar los días de ternura y dejarlos que agonicen tan tristes e inhumanos, ignorar las injusticias, acobardarse ante la vida, ignorar que somos dolorosamente humanos, renunciar a sentir que las heridas supuran pero también es renunciar a las caricias, permitir que nuestro corazón quede atrapado para siempre en arenas movedizas.


jueves, 18 de febrero de 2016

POEMA DE CELAYA

"Quisiera que escucharais las hojas cuando crecen, ... "



TELEVISIONES, EDUCACIÓN E INFANCIA




Uno de los medios más influyentes en nuestra sociedad es la televisión. Recientemente, se ha denunciado el hecho estremecedor de que nuestros niños ven al año más de 20.000 actos violentos a través de la pantalla: homicidios, peleas, tiroteos, robos, suicidios…, durante la escandalosa media de más de tres horas diarias que permanecen atentos a esta niñera perversa. Casi la mitad de nuestros pequeños ve programación adulta y, además, solos, con lo que la posibilidad de diálogo o explicación de ciertos hechos es nula.
La llamada “caja tonta”, que se debería llamar “caja atontadora”, está sustituyendo a las relaciones humanas. Es cómoda, incansable, barata y mantiene al niño hipnotizado y quieto, con lo cual su “servicio” a los agobiados padres es literalmente impagable. Pero el peligro es claro. Está alejando a nuestros hijos de la realidad. En vez de asimilar raíces familiares y culturales propias, se ven sometidos a la dictadura de la degradación cultural y a la asimilación de esquemas ajenos a su entorno social, con lo cual el mundo es cada vez más uniforme y no precisamente en lo positivo. Fomenta el consumismo y la pasividad, y nuestros niños engordan, sometidos pasiva y dócilmente a la tiranía de multinacionales sin escrúpulos que los seducen con publicidad.
El mundo les llega a través de un lenguaje pobre, aséptico y estandarizado  que les impide reconocerse en él en sus diversidades lingüísticas respectivas. La sociedad que perciben a través de la pantalla es cruel, despiadada y egoísta, además de infantilizada. Rechazarán por ello la disciplina, la responsabilidad y el esfuerzo, acostumbrados a actuar como reyes omnipotentes ante el mundo que dominan a su antojo con el mando a distancia.

miércoles, 17 de febrero de 2016

LOS TORQUEMADAS





España es un país de inmensos y numerosos Torquemadas. Se encuentran por todos los lados. Por esos siniestros personajes han ido a la cárcel: periodistas, sacerdotes, humoristas, cantantes, abogados, titiriteros, anarquistas, comunistas, familiares de presos, sindicalistas, poetas, y un largo etcétera. Por ellos han cerrado periódicos, secuestrado publicaciones, silenciado radios. Han prohibido fotografías, conciertos, manifestaciones, reuniones, asambleas.

La democracia, tal y como la conocemos, financia Torquemadas a mansalva. Cada vez tiene más censores en su nómina y a medida que se ponen peor las cosas van afilando más y más sables con los que amputan nuestras alas. La libertad de expresión siempre está con los puños en alto para defenderse del fuego, de las leyes y de los necios.

Y cada uno de nosotros debemos también intentar defendernos no sólo de los siniestros y tan poco ilustrados personajes que censuran y después preguntan, también debemos estar vigilantes de nuestros propios Torquemadas, de esa voz interior tan castrante como odiosa que puede borrar borrar alguna idea si le parece peligrosa, que puede hacer borrón y cuenta nueva si algún renglón escrito le suena inconveniente, si alguna melodía tarareada le suena irreverente o si gritamos ante alguna de las muchas injusticias que vamos acumulando.

EL DELITO



Hasta mover los labios va a ser delito, hasta morirse de hambre, hasta dormir a la intemperie, hasta quejarse. Va a ser delito amarse con andrajos, reírse sin motivo, enloquecer a todo trapo. Va a ser delito respirar aire limpio cuando todo está podrido, señalar los lutos de los que están vivos, arrimarse a banderas, a templos, a fronteras que no sean las correctas, arrancarse con rabia la pena de vivir este tiempo lento de utopías. Va a ser delito ponerse de pie en un mundo que encarcela los gestos, las palabras, las ideas, las quejas. En nombre de la libertad la justicia fabrica cadenas para ti, para mí, para los que nos negamos a vivir entre el bostezo y la indiferencia.


lunes, 15 de febrero de 2016

OJALÁ DE EDUARDO GALEANO

"porque no tienen fronteras los mapas del alma... "





LAS HUELLAS




Con frecuencia me pregunto cómo sería el ser humano si no hubiera violencia. Si no tuviésemos presente el temor al golpe o a la patada. Si no conociéramos el horror del hambre o de la cárcel. Si no creyéramos como algo posible vivir la incertidumbre de un exilio o de una frontera cerrada a cal y canto.

No me puedo creer que la humanidad no sepa vivir en paz, no me puedo creer que las personas acepten el sable como inevitable, que sea inevitable la bofetada, el insulto, el grito, la masacre. No me puedo creer que aceptemos como irremediable la injusticia impuesta sobre millones de seres.

Por eso me pregunto, ¿cómo será de hermosa y apacible la persona en paz enteramente? ¿Cómo será ese asombro de vivir sencillos, sin el peso del miedo que lacera? ¿Cómo será vivir con la historia mirándose en el espejo sin ojos que la deformen, sin lápices que la escriban y la atrofien?

Me pregunto estas cosas, ahora que las preguntas escasean, porque no encuentro un bálsamo que consuele esta visión monstruosa de lo humano. No es fácil creer cuando alrededor el desasosiego se clava en cada casa con cada violencia repetida. Deseo vivir en un lugar donde hablar de paz no sea extraordinario, donde la violencia sea acorralada aunque lleve máscaras. La violencia está tan presente en nuestras vidas que casi no la percibimos, nos hemos aclimatado en ese territorio hostil y subsistimos a duras penas, a veces alegres.

Soy ingenuo, lo sé, no quiero morirme sin conocer la paz entera. Quisiera andar los caminos con todas mis preguntas y también con algunas respuestas. Quiero mirar a las personas y comprobar que en su piel no hay marcas, que en su mirada no hay marcas, que en sus ideas no hay marcas, que en sus corazones no hay marcas, de violencia, de impotencia, de rabia.